miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Apetito o ansiedad?

Aprender a controlar el apetito es imprencisdible en un plan de control de peso. Una vez que hayas aprendido a identificar estas sensaciones, tendrás que aprender a controlar tus respuestas ante ellos…
LA SACIEDAD. Hace referencia a la cantidad de tiempo que necesitamos para sentirnos llenos; en otras palabras, cuanto tarda el semáforo en cambiar de verde a rojo.
EL APETITO. Casi todo el mundo come porque empieza a sentirse hambriento. Otras personas han optado por comer en horas puntuales, así que comen independientemente de que estén hambrientos o no. Otros actúan en respuesta a su estado anímico: enfado, ansiedad, infelicidad, etc. Estos estados anímicos son algo así como “tipos de hambre psicológica”, y pueden tener mucho peso a la hora de hacernos comer (y comer en exceso).
Si reconoces que usualmente comes mucho, mas de lo que necesitas para sentirte simplemente saciado, podría ayudarte hacer una anotación en tu agenda sobre como te sientes después de comer, por ejemplo “me he quedado con algo de hambre” o “me siento muy lleno, he comido demasiado”.

Consejos dietéticos
- Come proteínas en todas las comidas. Las proteínas actúan como “supresoras del apetito”, y pueden ser nuestras aliadas en el control del apetito.
- Prohíbete azucares simples, y si sucumbes a ellos, asegúrate de que estén mezclados con otros alimentos.
- Consume alimentos ricos en fibra. La fibra sumada al agua nos puede resultar saciante.
- Come cinco comidas diarias. Hacer comidas repartidas a lo largo del día, puede ayudarnos a no sufrir hambre.
- Haz ejercicio. Ayuda a regular el apetito y controlar el hambre y la grasa almacenada (por no mencionar el consumo de calorías y el aumento del volumen muscular).

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