martes, 28 de septiembre de 2010

Los minerales: El abono del cuerpo

Mucha gente me pregunta ¿Qué son y para qué sirven los minerales?
Pues bien, los minerales son sustancias inorgánicas, que disueltas en agua (sales minerales) y convertidas en iones o electrolitos, le dan equilibrio a nuestro cuerpo.
El 4% de los tejidos humanos es materia mineral. Según su grado de presencia en el organismo reciben el nombre de macroelementos o mayoritarios (calcio, sodio, magnesio, fósforo…) y el de los oligoelementos, porque están en muy pequeña cantidad (yodo, zinc, hierro, selenio…)
Los minerales: el secreto de nuestra vitalidad.
• Participan en la formación de la hemoglobina, proteína que se encuentra en la sangre. Así por ejemplo el hierro, que se encuentra en la hemoglobina, transporta el oxígeno, sin él no llega oxígeno a las células.
• Participan en la construcción de los tejidos (azufre y magnesio)
• Dan solidez al esqueleto (calcio, fósforo, flúor y magnesio)
• Equilibran el volumen de agua y sangre dentro del organismo (sodio y potasio)
• Regulan el tono muscular, la permeabilidad de las membranas celulares y de las paredes de los vasos capilares.
• Participan en la elaboración y síntesis de hormonas (zinc en la insulina y yodo en las tiroideas)
Los huesos, las glándulas, la sangre y todo el organismo necesita minerales para mantenerse funcionar y vivir. La carencia de oligoelementos, como por ejemplo el selenio, puede ser un factor de riesgo para el cáncer.
El calcio es un mineral vital; sin él se para el corazón y no funciona el cerebro. Por eso la naturaleza nos puso su gran reserva en los huesos, que es necesario mantener jóvenes y fuertes.
Debido a que el organismo no tiene la capacidad de fabricar minerales, sólo nos queda la alternativa de dárselos a través de nuestra alimentación. En próximos artículos hablaremos de ello.