miércoles, 2 de junio de 2010

La espelta, el trigo con más virtudes

¿Por qué todo lo que es sano no está Bueno?. ¿Quién no ha tenido en alguna ocasión esta reflexión?
Si bien los estudios científicos no denotan grandes diferencias entre el trigo común y la variedad espelta, sus efectos varían mucho.
La espelta es una variedad de trigo del que hay constancia de que se cultivaba en la zona de Valencia desde hace unos 6.300 años. Es considerado el origen de todas las variedades de trigo actuales, pero ya hace casi un siglo que ha caído en desuso.
¿Te ocurre que al rato de comer trigo, tienes hambre?
A diferencia del trigo común actual, que inhibe la digestión, afecta a la eficiencia de la insulina, o eficiencia metabólica, causa hipoglucemia (al rato de comer , tienes que “picar” algo), y que hace que el alimento se almacene como grasa y no se queme como energía, (con lo que aparecen la retención de líquido y la fatiga), la espelta es más tolerable para los seres humanos.
Es menos alérgica, por lo que muchas personas, que no pueden tolerar demasiado bien el trigo, si pueden hacerlo con la espelta, ya que apenas tiene inmunoglobulina G, responsable de la intolerancia alimentaria, mientras el trigo común tiene gran cantidad de ella. Además, no ha sido manipulada genéticamente a lo largo de la historia, y eso se nota en cómo te sienta.
Respecto al trigo común, tiene un mayor nivel de proteínas, minerales, vitaminas y oligoelementos. Además, contiene los ocho aminoácidos esenciales. Su buen aporte de magnesio, hierro, fósforo, vitamina E, vitaminas B y la provitamina A, lo hace muy nutritivo.
La espelta nos aporta mucha fibra, siendo ideal, pues, para el estreñimiento, obesidad y diabetes.
Normalmente proviene de campos cultivados ecológicamente y libres de pesticidas de síntesis.
Ah, y lo mejor: ¡¡está buenísimo!!.